jueves, 26 de febrero de 2015

Perspectiva de altura.

Hace algunos años, en Semana Santa, mi padre decidió dejarme ir con él en el camión hasta Madrid y vuelta. Apenas tendría unos once años y estaba pletórica pues nunca antes había recorrido tanto con él en el camión; la perspectiva de pasarme dos días enteros sentada en la silla guay, de dormir mientras conducía o de meterme en las fábricas se me antojaba como lo más guay del mundo. Sin embargo me dí cuenta de la realidad: la terrible soledad que se puede sufrir en una carretera de noche, en el dolor de espalda de estar ocho horas sentada y de cómo a las fábricas les importa poco los transportistas. Pero me di cuenta de algo mucho mejor, de cómo todo cambia... con un poco de perspectiva.
Hubo dos momentos en los que me alegré especialmente de la altura extra que me proporcionaba el camión: el paso por Despeñaperros (Jaén) y la vuelta a casa (entre Sevilla y Huelva).
Para aquellos que no les suene, la carretera de Despeñaperros es la carretera que sale de Andalucia desde Jaén, caracterizada por tener mucha curva y mucha montaña. Cuando mi padre me avisó que estábamos saliendo de Andalucía, me senté en la parte central del camión (entre los dos asientos) y me quedé maravillada ya que desde ahí parecíamos estar atravesando las montañas. Simplemente maravilloso, quizás mitificado por el paso del tiempo.
El segundo momento, fue cuando casi estábamos en casa. Yendo por la A-49 (carretera Huelva-Sevilla), atardecía detrás de las suaves praderas. El cielo... el cielo estaba lleno de nubes y aún más importante, estaba rosa. Sé que suena a tontería, pero gracias a la altura del camión me dió por fijarme en el cielo y me di cuenta de que no siempre el cielo es negro o azul. Desde entonces desarrollé la obsesión de describir con colores que no se parecen a la realidad. Culpad al cielo.
El problema comenzó cuando al volver a clase, al colorear un cielo lo hice con un bonito rosa no muy lejos de aquella visión y la profesora practicamente me ridiculizó por tener una diferente perspectiva. Nunca hagáis eso, o podríais hacer que alguien se pierda la belleza de un mundo único. Simplemente a veces necesitamos perspectiva nueva, buscadla. Por favor.