Según la Sagrada Biblia (probablemente el mejor libro de ficción de todos los tiempos, no sé como no le han dado ningún premio) nosotros, el ser humano, estamos hechos a imagen y semenjaza de Dios. Sin embargo ¿de verdad somos nosotros el animal favorito de Dios? Pensadlo.
Dios nos ha mandado guerras, destrucción, trabajar sin parar y todo para vivir de pena. Sí, quizás de vez en cuando encontremos atisbos de felicidad que parecen ser un anticipo de lo que va a ser el cielo pero... ¿no cuidaría Dios mejor a su mascota favorita?